Malcolm X cambió su vida de ladrón, traficante y vividor al convertirse al Islam, en prisión. Como ministro predicó el orgullo negro convencido de que el Islam era la única religión dirigida a las necesidades...
La desconfianza y sus diferentes ideales hacen mella en el vínculo entre Malcolm X y Muhammad Ali, que empezó con un encuentro fortuito y acabó con una trágica disputa.